Bailar puede ser una manera muy divertida de mantenerse en forma y hacer algo de ejercicio. Sin embargo, los beneficios del baile para la salud física y mental van mucho más allá. Hoy te hablamos de algunas de las aportaciones que el baile puede hacer a tu vida diaria. ¿Las conocías?
Cuatro beneficios físicos del baile
- Ayuda a ganar resistencia. La resistencia cardiovascular se refiere a la capacidad de mantener en el tiempo una determinada frecuencia cardíaca y respiratoria. Al realizar ejercicios cardiovasculares o aeróbicos (como es el caso del baile) exigimos más a nuestro corazón y a nuestros pulmones, que paulatinamente aumentan su resistencia. Con el tiempo, esto nos permitirá realizar actividad física en periodos más largos y con mucha menos fatiga.
- Fortalece nuestros músculos. Además de ayudar con la resistencia, en función del tipo de baile también puede haber una mayor implicación de la fuerza. Por eso mismo el baile puede ayudarnos a ganar masa muscular y, sobre todo, a tonificar piernas o glúteos.
- Aumenta nuestra flexibilidad y corrige malas posturas. El baile requiere movimientos fluidos y posturas -en algunos casos- exigentes. Por eso es una fantástica manera de mejorar nuestra expresión corporal y ayudar a nuestra espalda a recuperarse de las malas posturas del día a día.
- Reduce el colesterol y la grasa corporal. Unos 30 minutos de baile diario, por ser este un ejercicio aeróbico, bastan para poner un punto y final al colesterol y al sobrepeso.
¡Y cuatro mentales!
- Es un ejercicio para el cerebro. En el baile no solo activamos nuestros músculos, nuestro corazón o nuestros pulmones, sino que también resulta un ejercicio muy beneficioso para nuestro cerebro por diferentes motivos. En primer lugar porque supone un trabajo de coordinación cuerpo-mente, que incluso puede ayudar en algunas enfermedades neurológicas como es el Parkinson, según muestran algunos estudios. Pero aprender y practicar coreografías también es muy buen entrenamiento para la memoria.
- Aumenta el autoestima y la confianza en uno mismo. Conocer tu cuerpo y aprender a controlarlo puede resultar, además, muy enriquecedor para el autoestima. Atrevernos a enseñarle al mundo lo que sabemos hacer puede ser un enorme impulso personal.
- Ayuda a crear vínculos sociales. El baile puede practicarse solo, sí. Pero si lo hacemos en grupo, todavía mejor. Nos ayudará a crear vínculos, conocer gente y trabajar en equipo por un objetivo común.
- Nos distrae del estrés y la rutina. Bailar es la vía de escape para mucha gente. Tras horas de trabajo, atascos y rutina, un poco de ejercicio ayuda a desconectar y generar endorfinas, y más si lo hacemos con una actividad tan divertida como el baile.
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